Por otra parte, para el musulmán existen cinco deberes fundamentales, los llamados pilares del islam, que son los siguientes:
La sumisión a Alá como dios único.
La oración. El musulmán debe rezar cinco veces al día, en unos momentos precisos, e inclinado hacia La Meca: al amanecer, al mediodía, por la tarde, a la puesta del Sol y al anochecer. Además, antes de rezar, ha de lavarse especialmente la cara, los pies y las manos, porque eso significa que se presenta puro para rezar.
La limosna. Los musulmanes que tienen una cierta posición económica han de dar limosna a los pobres o necesitados.
El ayuno. Hay que ayunar de día, mientras haya Sol, durante un mes seguido, que se llama Ramadán. Mientras es de día, no se puede comer ni beber nada.
Si tiene medios económicos, el musulmán debe peregrinar una vez en su vida a La Meca, durante unos días precisos del año.
COSTUMBRES ISLÁMICAS
Además de los preceptos o leyes anteriores, los musulmanes siguen unas costumbres propias. Por ejemplo, cuando nacen, se les recitan unos versos al oído para ahuyentar los malos espíritus; además, a los seis días, a los niños se les hace la circuncisión (una sencilla operación que consiste en quitar un pequeño trozo de piel del pene), como a los judíos.
El musulmán no puede comer carne de cerdo ni tampoco puede beber vino o cerveza ni probar el alcohol.
El libro donde se recogen estos y otros preceptos es el Corán, que contiene todas las normas religiosas, morales y legales básicas del islam.
CELEBRACIONES Y FIESTAS
El viernes es el día en que los musulmanes celebran su fiesta semanal, como el domingo lo es para los cristianos, y el sábado, para los judíos. En ese día, el almuecín o almuédano llama a los creyentes para que acudan a la mezquita y recen con sus compañeros, separados los hombres de las mujeres. En los países donde no hay mezquitas, los musulmanes pueden ir a oratorios, que son lugares preparados para orar. Incluso pueden hacer la oración en el campo, mirando en dirección a La Meca.
La sumisión a Alá como dios único.
La oración. El musulmán debe rezar cinco veces al día, en unos momentos precisos, e inclinado hacia La Meca: al amanecer, al mediodía, por la tarde, a la puesta del Sol y al anochecer. Además, antes de rezar, ha de lavarse especialmente la cara, los pies y las manos, porque eso significa que se presenta puro para rezar.
La limosna. Los musulmanes que tienen una cierta posición económica han de dar limosna a los pobres o necesitados.
El ayuno. Hay que ayunar de día, mientras haya Sol, durante un mes seguido, que se llama Ramadán. Mientras es de día, no se puede comer ni beber nada.
Si tiene medios económicos, el musulmán debe peregrinar una vez en su vida a La Meca, durante unos días precisos del año.
COSTUMBRES ISLÁMICAS
Además de los preceptos o leyes anteriores, los musulmanes siguen unas costumbres propias. Por ejemplo, cuando nacen, se les recitan unos versos al oído para ahuyentar los malos espíritus; además, a los seis días, a los niños se les hace la circuncisión (una sencilla operación que consiste en quitar un pequeño trozo de piel del pene), como a los judíos.
El musulmán no puede comer carne de cerdo ni tampoco puede beber vino o cerveza ni probar el alcohol.
El libro donde se recogen estos y otros preceptos es el Corán, que contiene todas las normas religiosas, morales y legales básicas del islam.
CELEBRACIONES Y FIESTAS
El viernes es el día en que los musulmanes celebran su fiesta semanal, como el domingo lo es para los cristianos, y el sábado, para los judíos. En ese día, el almuecín o almuédano llama a los creyentes para que acudan a la mezquita y recen con sus compañeros, separados los hombres de las mujeres. En los países donde no hay mezquitas, los musulmanes pueden ir a oratorios, que son lugares preparados para orar. Incluso pueden hacer la oración en el campo, mirando en dirección a La Meca.
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